domingo, 24 de febrero de 2008

El gran sueño (o pesadilla) americana

En Argentina, las autoridades nucleares se desviven por parecerse a las norteamericanas. Su argumento es clásico: en Estados Unidos hay cientos de reactores similares a Atucha II y siguen funcionando sin problemas.

Sin embargo, esta es media verdad. La otra mitad es reveladora. Los residuos nucleares de las plantas del norte todavía no encuentran solución. El intento de depósito en la montaña Yucca ha fallado geológicamente y la concurrida ciudad de Las Vegas (apenas a unos kilómetros) se encuentra amenazada por contaminación de sus cursos de agua.

Esta zona es altamente sísmica: entre 1976 y finales de los 90, se han detectado 600 temblores de 2.5 o más en la escala Richter. Esto permitiría a las aguas percolar en los depósitos radiactivos. El Estado de Nevada ha protestado sin tener respuestas. Cualquier similitud con el intento de basurero nuclear en Gastre es pura coincidencia.

Para ser más gráficos, durante la operación, las barras de combustible nuclear llegan a alcanzar valores de 15.000 millones de curies. Aún en las piletas de Atucha o en los silos de Embalse (de 5 metros de alto y casi 3 de diámetro), los combustibles gastados presentes allí contienen niveles de radiactividad mortales. Y se sabe que estos contenedores no durarán por siempre.

Cada método tiene sus fallas. En el almacenamiento en piletas, el nivel de radiactividad está llegando casi a los niveles del núcleo del reactor activo. Cualquier falla en las bombas de agua que alimentan las piscinas o cortes eléctricos pueden dejar de cubrir los combustibles y elevar el nivel de radiactividad a un punto mortal para los trabajadores que las vigilan. Los accidente de Dresden, Minnesota y Michigan son testigos.

En cuanto a los silos en seco, luego de pasar 5 años en piletas, no son más seguros. En 1996, una explosión por hidrógeno hizo que un silo se moviera varios centímetros en una planta nuclear. En 1998, la armada norteamericana comprobó en Maryland que un misil anti-tanque era capaz de atravesar un silo.

Comparadas con el cambio climático, hablamos de verdaderas bombas de tiempos para el presente y legados mortales para las futuras generaciones. En cientos de miles de años, los niveles de radiactividad seguirán siendo altos.
¿Qué piensa que sucederá en nuestro país?

Para acceder al informe, dirigirse a: http://www.nirs.org/mononline/nm643.pdf

La Hormiga Atómica

Otra vez Atucha y van...

El fin de semana pasado, la central nuclear Atucha I volvió a salir de servicio. Como sabemos, los barones del átomo son celosos de la información y el gobierno reza a todos los santos porque menos centrales salgan de servicio y ayude el clima.

Resulta paradójico que ni siquiera CAMMESA haya informado de la situación. Aún así, se los podemos confirmar: Atucha I salió de servicio el domingo 17 y volvió el martes 19 de febrero. Shhh. Silencio. Los nucleares escuchan.

A su servicio.

La Hormiga Atómica