jueves, 20 de septiembre de 2007

La rebelión en la granja nuclear: parte II

Tal parece que las aguas en la olla atómica no dejan de sacudirse. Sumada a la reciente denuncia mediática de la obsolencia en las normas de seguridad de Atucha II, la Comisión de Energía Atómica (CNEA) no deja de brindar noticias a la prensa amarillista.

En esta ocasión, nos referimos a Enrique Pasqualini. Este científico, según él, había logrado investigar y mandar a irradiar a EEUU una serie de miniplacas de uranio-molibdeno para probar nuevos elementos combustibles en las centrales nucleares argentinas.
La novela nuclear continúa con aprietes ejercidos por su superior (Horacio Taboada) y denunciados por el propio Pasqualini. Desde sabotaje liso y llano hasta injurias y agravios fueron ejercidas en contra de este trabajador.
Pasqualini realiza graves acusaciones contra Taboada por asociación ilícita, plagio, malversación de fondos públicos y mal desempeño de funciones. Sin embargo, lo más grave resulta en que en su lugar pusieron a un becario.

Para acceder a las denuncias, dirigirse a: www.epasqualini.googlepages.com

Todo esto da como resultado una precariedad alarmante para manejar los destinos energéticos del país, con funcionarios que deberían estar investigados por la Oficina Anticorrupción y no ejerciendo cargos públicos que van a incidir sobre miles de personas.

Sólo esperemos que nunca suceda la desgracia que, al parecer, está a la vuelta de la esquina.


La Hormiga Atómica

martes, 11 de septiembre de 2007

¿Y dónde está el vendedor de la central?

Fue tan sólo hace un par de meses cuando INVAP y la CNEA, junto a las máximas autoridades nacionales, se regocijaban con la puesta en marcha del reactor vendido a Australia.

Sin embargo, sumada a una reciente falla, a fines de julio salió de operación el famoso reactor de origen argentino. Según la operadora australiana (ANSTO), “se trató de la misma falla detectada a principios de año. Incluye problemas con la dilución de agua pesada”. El problema venía sucediendo hace 11 meses.

Para acceder a los comunicados, dirigirse a: http://www.ansto.gov.au/information_for/for_media.html

Pero no sólo se quedan allí las fallas. La última semana de julio, “los tres elementos combustibles insertados en el núcleo del reactor en el último recambio de combustibles tenían una de sus partes descolocadas”, sostienen los australianos.
No es casual que estos elementos combustibles sean fabricados por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Es decir, por Argentina.

Estos dos sucesos fueron reportados como una “degradación de la defensa en profundidad” ante la OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica). Además, el incidente fue medido como escala 2 (de los más graves que ocurren en la actualidad).

El reactor está por volver a funcionar a fines de septiembre. Sin embargo, los australianos y argentinos están rogando porque se sucedan menos incidentes y accidentes que, es muy posible, ocurran.


La Hormiga Atómica