Fue tan sólo hace un par de meses cuando INVAP y la CNEA, junto a las máximas autoridades nacionales, se regocijaban con la puesta en marcha del reactor vendido a Australia.
Sin embargo, sumada a una reciente falla, a fines de julio salió de operación el famoso reactor de origen argentino. Según la operadora australiana (ANSTO), “se trató de la misma falla detectada a principios de año. Incluye problemas con la dilución de agua pesada”. El problema venía sucediendo hace 11 meses.
Para acceder a los comunicados, dirigirse a: http://www.ansto.gov.au/information_for/for_media.html
Pero no sólo se quedan allí las fallas. La última semana de julio, “los tres elementos combustibles insertados en el núcleo del reactor en el último recambio de combustibles tenían una de sus partes descolocadas”, sostienen los australianos.
No es casual que estos elementos combustibles sean fabricados por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Es decir, por Argentina.
Estos dos sucesos fueron reportados como una “degradación de la defensa en profundidad” ante la OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica). Además, el incidente fue medido como escala 2 (de los más graves que ocurren en la actualidad).
El reactor está por volver a funcionar a fines de septiembre. Sin embargo, los australianos y argentinos están rogando porque se sucedan menos incidentes y accidentes que, es muy posible, ocurran.
La Hormiga Atómica
martes, 11 de septiembre de 2007
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