Parece que los barones del átomo tienen memoria corta. Siempre se defienden de Chernobyl, pero se olvidan del resto de accidentes nucleares nada despreciables.
A principios de Mayo de este año, Wolfgang Kromp, Director del Instituto de Investigación de Riesgos de la Universidad de Viena, presentó el estudio “Riesgo Residual: Una serie de eventos en plantas de energía nuclear desde Chernobyl en 1986”.
El informe está disponible en: http://a4nr.org/library/safety/2007.05-greenseuropeanparliament o en http://www.greens-efa.org/cms/topics/dokbin/181/181995.residual_risk@en.pdf
El primer accidente nuclear en el mundo no fue ni Three Mile Island (1979) ni Chernobyl: fue un incendio en el reactor británico de Windscale el 10 de Octubre de 1957, que expulsó una gran cantidad de radiactividad, contaminando la leche y los alimentos de las poblaciones aledañas. Es decir, ya desde sus principios, la energía nuclear fue protagonista de accidentes.
Luego de 1986, los nucleares alrededor del mundo comenzaron a adoptar “los riesgos aceptables y las consecuencias tolerables”. Si hay contaminación, que sea poca; si hay muertos, que sean los menos posibles.
Gracias a esto “solamente” ha habido 10.000 eventos (llámese incidentes o accidentes) entre 1986 y 2006 en Francia, un valuarte pavoneado siempre por los nucleares. Esto es 500 eventos por año, llegando a 800 en algunos. No esta demás remarcar que la operadora de estas centrales es el grupo EDF, ex dueño de EDENOR en Argentina.
Otro señalamiento importante de Kromp es que no existe evaluación independiente sobre los accidentes nucleares fuera de los operadores (NASA en Argentina) o los reguladores (Autoridad Regulatoria Nuclear en nuestro país). ¿Se puede confiar en NASA o ARN para saber qué pasó en caso de accidente nuclear? Obviamente, no.
Finalmente, Kromp denuncia algo que venimos denunciando hace tiempo: las salidas de servicio a veces de informan; las razones por las que lo hacen, nunca. No hace falta decir que la salida de servicio de Atucha II el sábado pasado sólo fue informada como avería, en lugar de decir que las mismas fallas se vienen repitiendo cada vez con mayor frecuencia. Por supuesto, los informes al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) son confidenciales y nunca salen a la luz. Mucho menos esperar sanciones.
¿Quieren las autoridades argentinas que ocurra un rompimiento del material como en Estados Unidos en el 2002? ¿una degradación del combustible como en Hungría en 2003? ¿o tal vez otro Chernobyl o Three Mile Island?
¿Dónde está la tan necesaria ley de acceso a la información? ¿Por qué no se usa el decreto que ya existe? ¿Y la ley de acceso a la información ambiental?
Parece que hay que empezar a usarla.
La Hormiga Atómica
martes, 29 de mayo de 2007
martes, 22 de mayo de 2007
¿Descuidos Radiactivos?
Ya presentamos la corrupción nuclear de los entes nucleares denunciada por los organismos de auditoría nacionales. Pero también la ciudad de Buenos Aires tiene los suyos.
El jueves pasado, el noticiero vespertino del canal de aire América emitió un informe donde se denunciaba los desperdicios varios que arrojaban los médicos del Hospital Oncológico “Marie Curie” en los alrededores del parque Centenario en Capital Federal, donde juegan cientos de niños por dìa. Entre esa basura figuran elementos radiactivos (cesio del equipo de braquiterapia, Yodo del equipo de medicina nuclear, sin mencionar las fuentes de cobalto altamente radiactivas).
Pero no es el único delito de los nucleares, cuyas entidades de control no aseguran absolutamente nada.
En Diciembre de 2006, la Auditoría General de la ciudad de Buenos Aires (AGCBA) envió un informe a la Legislatura de la ciudad, donde se releva una serie de prácticas del Hospital denunciado por América TV.
Para acceder al informe ir a http://www.agcba.gov.ar/docs/Info-714.pdf
Entre las irregularidades, también hay desastres nucleares. “Se utilizan sólo 6 de las 11 camas de la sala de internación, dado que una de las paredes de la sala no cuenta con el blindaje (plomadura) inserto en toda la pared, repercutiendo en la falta de atenuación de la intensidad de la radiación e incrementando la capacidad de la misma”, cita el informe.
Es decir, no solamente los pacientes reciben radiación de los aparatos nucleares, sino también los internados y sus respectivos visitantes. Y estas fuentes radiactivas duran 30 años.
La auditoría también remarca que “el quirófano de braquiterapia se comparte con urología”.
Pero no vayan a decir que los carteles de “Peligro, radiación” o “No celular” no están presentes. ¡Bravo, señores nucleares! Los controles brillan por su ausencia y los pacientes dependen de la suerte de Dios para no resultar excesivamente irradiados. La Legislatura lo sabe desde Febrero de este año y todavía no ha hecho nada.
La Hormiga Atómica
El jueves pasado, el noticiero vespertino del canal de aire América emitió un informe donde se denunciaba los desperdicios varios que arrojaban los médicos del Hospital Oncológico “Marie Curie” en los alrededores del parque Centenario en Capital Federal, donde juegan cientos de niños por dìa. Entre esa basura figuran elementos radiactivos (cesio del equipo de braquiterapia, Yodo del equipo de medicina nuclear, sin mencionar las fuentes de cobalto altamente radiactivas).
Pero no es el único delito de los nucleares, cuyas entidades de control no aseguran absolutamente nada.
En Diciembre de 2006, la Auditoría General de la ciudad de Buenos Aires (AGCBA) envió un informe a la Legislatura de la ciudad, donde se releva una serie de prácticas del Hospital denunciado por América TV.
Para acceder al informe ir a http://www.agcba.gov.ar/docs/Info-714.pdf
Entre las irregularidades, también hay desastres nucleares. “Se utilizan sólo 6 de las 11 camas de la sala de internación, dado que una de las paredes de la sala no cuenta con el blindaje (plomadura) inserto en toda la pared, repercutiendo en la falta de atenuación de la intensidad de la radiación e incrementando la capacidad de la misma”, cita el informe.
Es decir, no solamente los pacientes reciben radiación de los aparatos nucleares, sino también los internados y sus respectivos visitantes. Y estas fuentes radiactivas duran 30 años.
La auditoría también remarca que “el quirófano de braquiterapia se comparte con urología”.
Pero no vayan a decir que los carteles de “Peligro, radiación” o “No celular” no están presentes. ¡Bravo, señores nucleares! Los controles brillan por su ausencia y los pacientes dependen de la suerte de Dios para no resultar excesivamente irradiados. La Legislatura lo sabe desde Febrero de este año y todavía no ha hecho nada.
La Hormiga Atómica
martes, 15 de mayo de 2007
Nueva tarea nuclear: enseñarle a los periodistas cómo hacer su trabajo
Los que nos conocen saben que ya hemos expuesto tropelías manifiestas de los barones nucleares.
Sin embargo, han avanzado un gran paso: no siendo suficiente con su propia actividad, intentan decirle a los señores periodistas cómo tienen que elaborar sus trabajo, criticando la ética en su respectable labor diaria.
Con fecha 23 de Octubre de 2006, la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) le encarga a la Sociedad Argentina de Psicotrauma un texto titulado “Análisis de los efectos mediáticos en la transmisión de las noticias erróneas”.
Para acceder a este documento, ir a http://200.0.198.11/M-Ezeiza/i_sapsi.pdf
Sobre los periodistas cita que “se crea ilusoriamente la sensación que alguien se ocupa de ellos, dándoles un sentido, más alla de la voracidad o no de la noticia”. Traduducido: la ARN cree que los periodistas son aves de rapiña que se aprovechan de la gente.
Además, el ente nuclear piensa que los medios “no siempre objetivos” no ayudan al pensamiento crítico, fabrican la realidad, regulan el malestar y por intereses espurios lo acrecientan. “Montan un escenario caótico y todo se presenta como potencialmente riesgoso”, cita el documento firmado por Daniel Mosca y Liliana Sánchez, representantes de la institución de psicotrauma.
En una frase que intenta ser profunda y resulta ser éticamente pobre, le dice a los medios de comunicación que no buscan la verdad, sino sólo vender más. “Construyen un mundo de ficciones”, dicen.
Para la Autoridad Regulatoria Nuclear, los periodistas no informan a la gente, sino que la desprotegen. Para el organismo, los periodistas manipulan, desechan o derivan en algo-alguien para descargar las culpas. Y ellos, al igual que la Comisión de Energía Atómica (CNEA), pese a los desastres que ya hemos expuesto, son “los salvadores de la verdad”.
Pero no sólo se quedan ahí. Los barones del átomo acusan a los medios de simplificar y sobredimensionar los hechos, provocando confusión y dificultando su comprensión. Como corolario, intentan dar una leccion social y ética, sugiriendo que traumatizan a la población con noticias falsas (sin mencionar la contaminación en las centrales nucleares, centro atómicos e instalaciones de tratamiento de uranio).
Para la ARN, los periodistas son culpables de los peores males psicológicos que puede sufir el hombre: trastornos de ansiedad, fobias, ataques de pánico e inclusive “predisposición al cáncer” (ya comprobado por los mismos vecinos en los alrededores de las instalaciones nucleares).
Finalmente, Mosca, Sánchez y la ARN le “sugieren” a los medios de comunicación y a sus periodistas “ajustar los contenidos de los trascendidos” en pos de un marco ético y la preservación de la salud mental de la población.
Una nueva habilidad de nuestros organismos nucleares de siempre: la ética que ellos mismos nunca respetan.
La Hormiga Atómica
Sin embargo, han avanzado un gran paso: no siendo suficiente con su propia actividad, intentan decirle a los señores periodistas cómo tienen que elaborar sus trabajo, criticando la ética en su respectable labor diaria.
Con fecha 23 de Octubre de 2006, la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) le encarga a la Sociedad Argentina de Psicotrauma un texto titulado “Análisis de los efectos mediáticos en la transmisión de las noticias erróneas”.
Para acceder a este documento, ir a http://200.0.198.11/M-Ezeiza/i_sapsi.pdf
Sobre los periodistas cita que “se crea ilusoriamente la sensación que alguien se ocupa de ellos, dándoles un sentido, más alla de la voracidad o no de la noticia”. Traduducido: la ARN cree que los periodistas son aves de rapiña que se aprovechan de la gente.
Además, el ente nuclear piensa que los medios “no siempre objetivos” no ayudan al pensamiento crítico, fabrican la realidad, regulan el malestar y por intereses espurios lo acrecientan. “Montan un escenario caótico y todo se presenta como potencialmente riesgoso”, cita el documento firmado por Daniel Mosca y Liliana Sánchez, representantes de la institución de psicotrauma.
En una frase que intenta ser profunda y resulta ser éticamente pobre, le dice a los medios de comunicación que no buscan la verdad, sino sólo vender más. “Construyen un mundo de ficciones”, dicen.
Para la Autoridad Regulatoria Nuclear, los periodistas no informan a la gente, sino que la desprotegen. Para el organismo, los periodistas manipulan, desechan o derivan en algo-alguien para descargar las culpas. Y ellos, al igual que la Comisión de Energía Atómica (CNEA), pese a los desastres que ya hemos expuesto, son “los salvadores de la verdad”.
Pero no sólo se quedan ahí. Los barones del átomo acusan a los medios de simplificar y sobredimensionar los hechos, provocando confusión y dificultando su comprensión. Como corolario, intentan dar una leccion social y ética, sugiriendo que traumatizan a la población con noticias falsas (sin mencionar la contaminación en las centrales nucleares, centro atómicos e instalaciones de tratamiento de uranio).
Para la ARN, los periodistas son culpables de los peores males psicológicos que puede sufir el hombre: trastornos de ansiedad, fobias, ataques de pánico e inclusive “predisposición al cáncer” (ya comprobado por los mismos vecinos en los alrededores de las instalaciones nucleares).
Finalmente, Mosca, Sánchez y la ARN le “sugieren” a los medios de comunicación y a sus periodistas “ajustar los contenidos de los trascendidos” en pos de un marco ético y la preservación de la salud mental de la población.
Una nueva habilidad de nuestros organismos nucleares de siempre: la ética que ellos mismos nunca respetan.
La Hormiga Atómica
martes, 8 de mayo de 2007
Confirmado: el Gobierno no confía un sus instituciones nucleares y manda a analizar afuera
Si algo faltaba para que el Estado se contradiga más, se ha cumplido. El Consejo de la Magistratura de la nación resolvió darle al juez Santa Marina los fondos que pedía para comprobar la contaminación que produce el Centro Atómico Ezeiza en las napas de la región.
Dado que al Gobierno le sobra plata con el superávit que tiene, el Consejo de la Magistratura, a través de la resolución 185 de este año, le da 1,3 millones de pesos al Dr. Santa Marina para develar lo que la Comisión de Energía Atómica (CNEA) y la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) niegan y el perito judicial Fernando Díaz confirmó: no sólo se contaminó con uranio, sino que hay plutonio en las aguas de Ezeiza, Esteban Echeverría y La Matanza.
Según la resolución, la finalidad del dinero es “la realización de los trabajos de extracción de muestras de agua y los ulteriores análisis químicos y radioquímicos”. La misma jefatura de gabinete de Alberto Fernández sostiene que se pone “a disposición brindando la colaboración, asistencia operativa y presupuestaria necesaria y razonable a los efectos de establecer las condiciones de salubridad ambiental que resultan ser materia de investigación”.
La resolución está accesible en www.pjn.gov.ar
Es decir, se confirma lo que públicamente se niega: las aguas del Centro Atómico están contaminadas y se requiere asistencia internacional, dado que la credibilidad de las instituciones nucleares argentinas está en la lona.
La Hormiga Atómica
Dado que al Gobierno le sobra plata con el superávit que tiene, el Consejo de la Magistratura, a través de la resolución 185 de este año, le da 1,3 millones de pesos al Dr. Santa Marina para develar lo que la Comisión de Energía Atómica (CNEA) y la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) niegan y el perito judicial Fernando Díaz confirmó: no sólo se contaminó con uranio, sino que hay plutonio en las aguas de Ezeiza, Esteban Echeverría y La Matanza.
Según la resolución, la finalidad del dinero es “la realización de los trabajos de extracción de muestras de agua y los ulteriores análisis químicos y radioquímicos”. La misma jefatura de gabinete de Alberto Fernández sostiene que se pone “a disposición brindando la colaboración, asistencia operativa y presupuestaria necesaria y razonable a los efectos de establecer las condiciones de salubridad ambiental que resultan ser materia de investigación”.
La resolución está accesible en www.pjn.gov.ar
Es decir, se confirma lo que públicamente se niega: las aguas del Centro Atómico están contaminadas y se requiere asistencia internacional, dado que la credibilidad de las instituciones nucleares argentinas está en la lona.
La Hormiga Atómica
martes, 1 de mayo de 2007
No todo lo que brilla es nuclear
El flamante reactor nuclear inaugurado por De Vido hace unas semanas no funciona tan bien como pareece.
Según un comunicado de prensa de la empresa australiana ANSTO, el 16 de Febrero de este año se detectó una filtración de agua en la vasija que rodea al nucleo del reactor. Incluso que se ha mezclado el agua ligera con el agua pesada, lo cual para los expertos nunca ocurre en condiciones normales en un reactor nuclear.
Para acceder al comunicado, ir a http://www.ansto.gov.au/__data/assets/pdf_file/6452/OPAL_statement_feb2007.pdf
Dos meses más tarde, el Ministro nacional estaba inaugurando un equipo que ya había tenido una falla antes de empezar a funcionar.
Y no es todo. El mismo 16 de Febrero la empresa australiana emite otro comunicado donde reporta problemas con el cierre del anterior reactor.
Para acceder al comunicado, ir a http://www.ansto.gov.au/__data/assets/pdf_file/6448/Crossin_statement_feb2007.pdf
Entre otras cosas, ANSTO sostiene que venderá el agua pesada que se usaba. Es decir, ya contaminada. Luego, la empresa les dice a sus habitantes que tendrán que tener 10 años más los residuos en el reactor, para después trasladarlos, sin especificar dónde ni cómo.
Un ejemplo más de la desidia nuclear en el mundo.
Según un comunicado de prensa de la empresa australiana ANSTO, el 16 de Febrero de este año se detectó una filtración de agua en la vasija que rodea al nucleo del reactor. Incluso que se ha mezclado el agua ligera con el agua pesada, lo cual para los expertos nunca ocurre en condiciones normales en un reactor nuclear.
Para acceder al comunicado, ir a http://www.ansto.gov.au/__data/assets/pdf_file/6452/OPAL_statement_feb2007.pdf
Dos meses más tarde, el Ministro nacional estaba inaugurando un equipo que ya había tenido una falla antes de empezar a funcionar.
Y no es todo. El mismo 16 de Febrero la empresa australiana emite otro comunicado donde reporta problemas con el cierre del anterior reactor.
Para acceder al comunicado, ir a http://www.ansto.gov.au/__data/assets/pdf_file/6448/Crossin_statement_feb2007.pdf
Entre otras cosas, ANSTO sostiene que venderá el agua pesada que se usaba. Es decir, ya contaminada. Luego, la empresa les dice a sus habitantes que tendrán que tener 10 años más los residuos en el reactor, para después trasladarlos, sin especificar dónde ni cómo.
Un ejemplo más de la desidia nuclear en el mundo.
La delincuencia nuclear, con retardo
Parece que los organismos nucleares no solo cometen tropelías en Argentina. La IAEA (Organismo Internacional de Energia Atómica) recibe los informes de los incidentes y accidentes nucleares ocurridos alrededor del mundo.
El 23 de Abril de este año, la Agencia de Seguridad Industrial y Nuclear de Japón envió el reporte de un accidente crítico en el reactor nuclear Shika.
Desgraciadamente, tanto la empresa como el ente regulador llegaron tarde: el hecho ocurrió el 18 de Junio de 1999.
Más allá del hecho particular, hoy no se sabe si hay accidentados, lesionados o muertos por estos hechos, dado que se falseó información. Sumado a ello, lo más grave: se informó casi 8 años después.
Una muestra más de la que la corrupción nuclear no sólo es argentina.
El 23 de Abril de este año, la Agencia de Seguridad Industrial y Nuclear de Japón envió el reporte de un accidente crítico en el reactor nuclear Shika.
Desgraciadamente, tanto la empresa como el ente regulador llegaron tarde: el hecho ocurrió el 18 de Junio de 1999.
Más allá del hecho particular, hoy no se sabe si hay accidentados, lesionados o muertos por estos hechos, dado que se falseó información. Sumado a ello, lo más grave: se informó casi 8 años después.
Una muestra más de la que la corrupción nuclear no sólo es argentina.
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