Ya presentamos la corrupción nuclear de los entes nucleares denunciada por los organismos de auditoría nacionales. Pero también la ciudad de Buenos Aires tiene los suyos.
El jueves pasado, el noticiero vespertino del canal de aire América emitió un informe donde se denunciaba los desperdicios varios que arrojaban los médicos del Hospital Oncológico “Marie Curie” en los alrededores del parque Centenario en Capital Federal, donde juegan cientos de niños por dìa. Entre esa basura figuran elementos radiactivos (cesio del equipo de braquiterapia, Yodo del equipo de medicina nuclear, sin mencionar las fuentes de cobalto altamente radiactivas).
Pero no es el único delito de los nucleares, cuyas entidades de control no aseguran absolutamente nada.
En Diciembre de 2006, la Auditoría General de la ciudad de Buenos Aires (AGCBA) envió un informe a la Legislatura de la ciudad, donde se releva una serie de prácticas del Hospital denunciado por América TV.
Para acceder al informe ir a http://www.agcba.gov.ar/docs/Info-714.pdf
Entre las irregularidades, también hay desastres nucleares. “Se utilizan sólo 6 de las 11 camas de la sala de internación, dado que una de las paredes de la sala no cuenta con el blindaje (plomadura) inserto en toda la pared, repercutiendo en la falta de atenuación de la intensidad de la radiación e incrementando la capacidad de la misma”, cita el informe.
Es decir, no solamente los pacientes reciben radiación de los aparatos nucleares, sino también los internados y sus respectivos visitantes. Y estas fuentes radiactivas duran 30 años.
La auditoría también remarca que “el quirófano de braquiterapia se comparte con urología”.
Pero no vayan a decir que los carteles de “Peligro, radiación” o “No celular” no están presentes. ¡Bravo, señores nucleares! Los controles brillan por su ausencia y los pacientes dependen de la suerte de Dios para no resultar excesivamente irradiados. La Legislatura lo sabe desde Febrero de este año y todavía no ha hecho nada.
La Hormiga Atómica
martes, 22 de mayo de 2007
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1 comentario:
Ya es costumbre de los muchachos encargados de velar por la seguridad nuclear, dejar de lado sus obligaciones. Ejemplos de ello son los casos de Ezeiza, Los Gigantes, Atucha, Huemul, etc.
Pero en tanto y en cuanto no exista una decisiòn polìtica de modificar las actuales circunstancias, eso no va a cambiar.
Y a los polìticos de hoy les chupa un huevo la seguridad atómica nacional.
Esperemos que no ocurra ninguna catástrofe, mientras los efectos altamente perniciosos de la utilización de este tipo de energía ya están causando tremendos daños que se van a seguir sintiendo por siempre.
Un abrazo y fuerza carajo!
Radiactive Man
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